De Conserje a Ícono: La Historia de los Flamin' Hot Cheetos
Cómo la Idea Sabrosa de Richard Montañez Revolucionó la Historia de las Papitas
Richard Montañez nació en Ontario, California, hijo de inmigrantes mexicanos. Creció en un campamento de trabajadores migrantes con sus nueve hermanos. Con dificultades para leer y escribir, abandonó la escuela secundaria antes de obtener su GED. En 1976, a los 18 años, Montañez comenzó a trabajar como conserje en una planta de Frito-Lay en el sur de California.
Montañez dice que la idea de los Flamin' Hot Cheetos surgió cuando una máquina de ensamblaje rota produjo Cheetos simples sin el polvo de queso habitual.
El llevó el lote a casa y experimentó, añadiendo chile en polvo inspirado en los vendedores ambulantes de su vecindario. Después de probarlo con su familia, decidió presentar su idea a la dirección de Frito-Lay, que alentaba a todos los empleados a compartir ideas innovadoras. Montañez afirmó que llamó directamente al CEO de Frito-Lay, Roger Enrico, en 1991, quien le dio dos semanas para preparar una propuesta.
Montañez luego tomó libros prestados de la biblioteca para aprender sobre diseño y mercadeo de productos. En dos semanas, desarrolló una estrategia y un empaque para lo que se convertiría en los Flamin' Hot Cheetos. Su presentación fue un éxito, lanzando tanto su carrera como el producto. Montañez eventualmente se convirtió en vicepresidente de ventas multiculturales y promociones comunitarias en PepsiCo, mientras que los Flamin' Hot Cheetos se convirtieron en uno de los productos más importantes de la compañía.
Los Flamin' Hot Cheetos se han convertido en un fenómeno cultural, inspirando desfiles de moda, disfraces y nuevas cocinas. Con el estreno de la película "Flamin' Hot", Montañez sigue siendo una figura clave en la historia de las icónicas “papitas”.