¿Por qué cuesta tanto la comida?
Los estadounidenses están gastando más del 11% de su ingreso en comida, el porcentaje más alto en más de 30 años.
Tanto los supermercados como los restaurantes están volviéndose más caros.
Muchos estadounidenses sienten que sienten la inflación principalmente cuando van de compras al supermercado.
Los crecientes costos de los alimentos tanto en restaurantes como en supermercados están ejerciendo una mayor presión sobre los presupuestos mensuales. Los huevos ahora tienen un precio de $7 dólares, el tocino de $8; estos costos crecientes están haciendo más difícil para la población poder comprar necesidades básicas.
El costo de los productos ha aumentado aproximadamente un 50%.
A pesar de que la inflación muestra signos de desaceleración, los precios de la comida están al alza. El Índice de Precios al Consumidor indica que las compras de alimentos, ya sea en supermercados o restaurantes, se están volviendo más caras. En términos anuales, los precios de los restaurantes han aumentado un 5.1%, y los comestibles un 1.2%, lo que resulta en que los estadounidenses están gastando el mayor porcentaje de sus ingresos en alimentos en los últimos 30 años.
Los precios de la comida y la energía han aumentado notablemente rápido y los salarios no han mantenido el ritmo. Esta situación destaca los desafíos de la inflación, especialmente para aquellos con ingresos fijos. Cuando los precios de la comida y la energía aumentan más rápido que los ingresos, queda menos dinero para otras necesidades esenciales.
Los estadounidenses están pagando en promedio $605 más cada mes en comparación con el mismo período de hace dos años y $1,019 más en comparación con hace tres años, antes de que comenzara la crisis de inflación.
Esta situación podría obligar a las personas a tomar decisiones difíciles, como elegir entre comida y gasolina. Los responsables políticos corren el riesgo de parecer desconectados de las preocupaciones de los consumidores estadounidenses.